Julián Valle
Actualmente vive y trabaja en Soria

Jualián Valle nace en Aranda del Duero en 1963. Pintor paisajista, realizó los estudios de Historia del Arte en la UNED. Es miembro fundador de A UA CRAG en 1985, un colectivo independiente y autogestionado de creación artística. Fundador del grupo de trabajo 2o Partido de la Montaña, en 1987 (con Chusa de la Puente, Néstor Sanmiguel Diest y Miquel Cid), que desarrolla su actividad hasta 1988. Actualmente vive y trabaja en Campillo de Aranda, Burgos.

Julián Valle se enmarca a sí mismo como artista paisajista, resaltando que

 

“En la práctica del arte, en la práctica de la pintura, y más en esta experiencia del paisaje es necesario un abismarse en lo representado: sumergirse hasta llegar a ser uno con ello. No es sólo una cuestión meramente visual, es una experiencia más allá de lo visible: tengan en cuenta que en esta experiencia entran en juego todos los sentidos.”

 

No entra en el paisaje como un simple tema expresivo, sino que lo trasciende. Lo emplea como yo conductor de su vivencia del espacio, como «extensión de uno mismo».

La actitud de este artista también nos podría recordar la pintura paisajista china, taoísta: la del pintor viajero que, de vuelta al estudio, alumbra las esencias de su viaje. Es ésta una experiencia del paisaje que te conecta en muchos aspectos, precisamente, con el paisajismo occidental […] más allá de correspondencias formales. Un pensar el paisaje. Este pensar, como nos dice Josep Ma Esquirol, es más un «ahondar» que un «avanzar», para así remontar «más allá de la presencia y la representación», atravesando este bosque umbrío, hacia donde mana – como en el poema de Aníbal Núñez – el agua más alta.

Desde el inicio de la trayectoria de Julián Valle encontramos piezas relacionadas con espacios geográficos concretos que, a priori, no tendrían por qué estar relacionadas con sus experiencias vitales.

 

“Prácticamente desde el inicio de mi trayectoria he trabajado con materiales relacionados con espacios geográficos muy concretos que no tenían que ver necesariamente con cuestiones re- lacionadas con mis experiencias vitales. Éstas, en algún caso, podrían ser el origen, pero nunca se mostraban reflejadas en la obra como elementos de carácter biográfico: creo que el autor, artista, no es lo importante. Todas las obras estaban relacionadas con experiencias comunes a todos, y con las que se puede identificar un espectador atento.
Tienen especial importancia el territorio real o rememorado, pintado o dibujado, la utiliza- ción de materiales propios del lugar, la recuperación de técnicas de construcción tradicional (artesanal), la toma de muestras o la utilización de materiales encontrados para elaborar otros. Todo ello como un intento de comprensión profunda de estos mismos procesos y materiales, que sabemos cargados de significación en todos sus aspectos. Pero no era una significación que viene desde fuera, desde «lo literario»; se pretendía que surgiera de la propia experiencia de interiorización. De esta manera, el resultado era producto de un proceso de elaboración manual, de descubrimiento o alumbramiento772, muchas veces largo y laborioso: un proceso que no puede discurrir de otro modo. Como dejó escrito Henri Focillon, las manos son «instrumento de la creación, y antes que nada el órgano de conocimiento.
Pensar en un arte, el del paisaje, más como experiencia de conocimiento del mundo que como «experimentación formal»; ésta no debe confundirse con la experiencia con las formas de la que hablábamos.
En el proceso manual se palpa la forma, que se «propaga por el mundo de la imaginación»774 abriéndose a nuevas formas que se significan: como nos dice Focillon: «el signo significa, mientras que la forma se significa. No se trataba de buscar en repertorios de signos o símbolos; y por ello no era tanto identificar el significado de algo concreto, como ser consciente de que algo ha salido a nuestro encuentro y se ha producido una apertura en la visión, mediante el arte como «objeto visible».”

 

En su obra existe una relación entre su experiencia y la experiencia religiosa, y él mismo explica cómo bebe de fuentes como la antropología, la etnografía, la arqueología y la historia de las religiones; las lecturas de Mircea Eliade, de J. G. Frazer, C. G. Jung, G. Bachelard, A. Leroi-Gourham y Gilbert Durand, son fundamentales en su formación artística.

Una constante desde los primeros años de trabajo, es el paisaje:

 

“[…] Hay una conexión especial, a través de los siglos, entre artistas que han trabajado sobre el paisaje. Creo que los que más admiro han ido mucho más allá de lo que puede ser entendido como tema. En el caso de China es muy evidente en la pintura bajo la influencia del taoísmo. Encontramos qué paisajes un punto de partida, paradójicamente, para vaciarse de contenido. Es importante este vaciarse para que ahí surja todo. Es algo que tienen en común pintores paisajistas de oriente y occidente de diferentes épocas y lugares.»”

 

En sus obras no establece una única dirección, ya que trabaja a través de la experiencia, con un resultado imprevisible, aunque esté sujeto a las circunstancias de su material y su temporalidad.

Webs de referencia

  • Web personal
    https://julianvalle.com/home.html
  • Galería Gurriarán
    http://www.galeriagurriaran.com/curri-valle.htm